Azul Vitrales de Sintra

noviembre 19, 2020

AZUL VITRALES EL JUEGO

Azul: Vitrales de Sintra (2018)

  • 2-4 jugadores
  • 30-45 minutos
  • +8 años
  • Autor: Michael Kiesling
  • Ilustrador: Chris Quilliams
  • Editorial: Asmodee
  • BGG: 307    Enlace BGG
  • Complejidad: 1,98
  • Tipo de juego: abstracto, familiar, puzzle

Índice

    Acerca del juego

    En Azul: Vitrales de Sintra después de decorar el Palacio de Évora, el rey  Manuel I de Portugal quiere encargar a los más grandes artesanos de vidrieras del mundo que adornen las ventanas del Palacio Real de Sintra.  Como artesano del vidrio es una ocasión única en la vida para demostrar  tus exquisitas habilidades al servicio del rey y del país.

    Azul Vitrales de Sintra desafía a los jugadores a seleccionar cuidadosamente los paneles de vidrio para completar sus ventanas, teniendo cuidado de no dañar o desperdiciar suministros en el proceso. Los paneles de las ventanas son de doble cara, lo que proporciona a los jugadores un tablero dinámico que ofrece una variabilidad casi infinita.

    Preparación

    Los jugadores escogerán uno de los cuatro colores disponibles y recibirán un tablero de palacio, 8 tiras de patrón de doble cara de su color, un peón (vidriero) y dos cubitos marcadores que se colocarán en espacio 0 del contador de puntuación y en el espacio superior del contador de cristales rotos del tablero general. En el centro de la mesa se colocan tantos expositores de piezas según el número de jugadores: 2 jugadores, 5 expositores; 3 jugadores, 7 expositores; 4 jugadores, 9 expositores. Después situamos junto a los expositores de fábrica la Torre de Cristal, donde desecharemos los cristales que nos vayan sobrando durante la partida. Sobre el tablero de palacio colocaremos las 8 tiras de patrón al azar y nuestro vidriero sobre la primera tira, la de más a la izquierda.

    A continuación cogemos un cristal de cada color, y al azar los situamos en los espacios de contador de ronda del 2 al 6 y después de colocarlos cogemos un último cristal al azar desde la bolsa. Una vez hecho esto, sorteamos el jugador inicial (o el último que haya limpiado una ventana) quien cogerá la pieza de jugador inicial y rellenará los expositores de fábrica con cuatro cristales cada uno, sacados de la bolsa al azar. Estamos preparados para jugar.

    Como se juega

    El primer jugador coloca la pieza de primer jugador en el medio de todos los expositores de fábricas. Comenzando con ese jugador, debe seleccionar piezas de uno de los expositores de fábricas y debe tomar todas las fichas del mismo color. El resto de las piezas de ese expositor se colocan en el medio de la mesa con el primer marcador de jugador. También puede optar por coger todas las fichas de un color del centro de la mesa. El primer jugador en hacer esto se llevará además el marcador de primer jugador para la siguiente ronda.

    Después de recolectar las piezas debe colocarlas en uno de sus patrones. Cada tira de patrón requiere cinco piezas  de ciertos colores, y se debe elegir un patrón que tenga las piezas de color que ha elegido. Además, debe elegir un patrón donde esté su vidriero o cualquier patrón a su derecha. El vidriero se mueve al patrón al que agregas los cristales para los mosaicos, por lo que seguirá moviéndose a la derecha.

    El jugador coloca las fichas que recogió con los colores coincidentes en el patrón que seleccionó con el vidriero. Si tiene piezas que le sobren (que no puede colocar) o si el jugador recibe ficha del marcador de primer jugador, este moverá su marcador en el contador de vidrios rotos hacia abajo un espacio por cada ficha adicional que tenga (las piezas adicionales que le hayan sobrado se colocan en la torre de cristal). Los cristales rotos le darán puntos negativos y reiniciará su marcador si llega hasta el final.

    Si el jugador ha colocado las cinco fichas en un patrón, obtendrá puntos inmediatamente por ello; miramos el cristal del contador de ronda de la ronda actual. Cada ficha de ese color en un panel de vidrio terminado vale un punto extra. Luego, coloca una ficha de este patrón en un espacio vacío en su tablero de jugador (debajo) para marcar que este panel está completo. Si tiene una ficha en esta columna de su tablero de jugador, voltea el panel de vidrio hacia el otro lado. Si tiene dos fichas, lo que significa que ha completado ambos lados, quitará el patrón del cuadro. Cada columna del tablero de jugador tiene un valor en puntos. Cuando se complete un patrón, obtendrá los valores de puntos para la columna en la que se encontraba el patrón y cada columna a la derecha que tenga al menos un mosaico.

    A medida que el jugador trabaje en sus patrones el vidriero se moverá más a la derecha. En lugar de coger piezas y colocarlas en un patrón, puede dedicar su turno a mover su vidriero de regreso a su patrón más a la izquierda y pasar el turno al siguiente jugador.

    Cada ronda terminará cuando no haya más piezas que coger en los expositores de fábrica. Después de la sexta ronda, habrá una puntuación final en la que los jugadores obtendrán puntos por las piezas sobrantes en sus patrones sin terminar. Perderán puntos por cristales rotos y obtendrán puntos según los patrones que terminaron. Hay dos formas de hacer la última parte de la puntuación dependiendo de si estás jugando en el lado A o en el lado B. El lado A divide las columnas en cuatro grupos de dos columnas, y los jugadores obtienen puntos según la cantidad de fichas, marcando patrones completados en cada grupo. El lado B dará puntos iguales a la cantidad de paneles que quitaste del tablero multiplicado por el número de fichas de un color en tu tablero de jugador. El jugador con más puntos será el ganador.

    Conclusión

    Esta continuación del super ventas Azul, a pesar de ser un muy buen juego, en mi opinión, después de haber jugado bastantes partidas no logra estar a la altura de su predecesor que puso el listón muy alto. Aunque el autor introdujo alguna variante a las reglas que lo hace en cierta manera diferente, no son suficientes para superar la originalidad y la frescura del Azul original. Los componentes, en este caso cristales que se parecen a los caramelos Halls, junto con los tableros, bolsa e inserto son de una calidad muy buena como ya lo eran las baquelitas del Azul. Además funciona perfecto a cualquier número de jugadores y la curva de aprendizaje, aunque es un pelín superior a su hermano mayor, permite igualmente que puedan jugarlo cualquier tipo de jugadores.

     www.tiempodepartida.com

    Nuestra puntuación
    ¡Haz clic para puntuar esta entrada!
    (Votos: 0 Promedio: 0)

    Quizás te pueda interesar...

    Subir

    Utilizamos cookies de terceros para asegurarnos que tienes una correcta experiencia en nuestra web. Por favor, si estás de acuerdo, acepta. Más información